El armario estaba vacío, no quedaba nada en los cajones, no había dejado ni el cepillo de dientes, se había ido, sin un adiós, sin una palabra. Se había quedado solo, lo había dejado.
Se tumbó en la cama, las sábanas guardaban su olor. La noche antes habían hecho el amor, fue ella la que empezó, fue ella la que comenzó a acariciarle, fue ella la que besó sus labios, la que lamió su cuello, la que acarició su pecho, la que beso sus brazos y sus piernas, fue ella la que le suplicó al oído que la hiciera suya. Ella fue la que se durmió apoyada en su pecho, susurrando su nombre y hablando de amor.
Se tumbó en la cama, las sábanas guardaban su olor. La noche antes habían hecho el amor, fue ella la que empezó, fue ella la que comenzó a acariciarle, fue ella la que besó sus labios, la que lamió su cuello, la que acarició su pecho, la que beso sus brazos y sus piernas, fue ella la que le suplicó al oído que la hiciera suya. Ella fue la que se durmió apoyada en su pecho, susurrando su nombre y hablando de amor.
Fue ella la que le dejó, solo, sin saber, sin entender, fue ella la que le hizo llorar.
Una despedida con muchas incognitas no ??
ResponderEliminarElla estaba ensayando... Y se marchó al estreno de su nueva vida...
ResponderEliminar;-)
No me he leído el relato, para variar, pero vaya cómo has mejorado con el Paint, nena.
ResponderEliminarElla le dejó, solo, sin saber, sin entender, ella le hizo llorar.
ResponderEliminarElla se fue sola, sabiendo, llorando y machandose.
La soledad del que se queda es cantada, la del que se va es ignorada.
Te vas, pero te llevas contigo a ti mismo.
Siempre, o casi siempre, hay una persona en nuestra vida que es la protagonista de todas nuestras sensaciones y con quien compartimos casi todo lo nuestro.
ResponderEliminarNo sé si esto es un error (por el vacío que deja cuando ya no está) o una suerte inmensa (por la complicidad, aunque no sea eterna).
Un beso, sita
La soledad nunca nos deja estar solos de verdad.
ResponderEliminarCarpe Diem
¡No! no nos dejes así. Esto ha de seguir. Si no lo tienes escrito ya sabes lo que te toca. No hagas la cama, deja que empuje la puerta de un hotel, se siente sobre la cama y piense. El motivo de empezar ella durante la noche anterior tiene una continuidad, un motivo.
ResponderEliminarSigue, no pares, hablanos de ella.
Besos.
Está claro que en esa pareja Ella era todo...
ResponderEliminarPor dejarlo todo, ha dejado hasta el paint...
;-)
Y entonces, él, y casi sin ser consciente de ello, comenzó a disfrutar de las cosas buenas de la vida :P
ResponderEliminarBesos
Noel, unas poquillas...
ResponderEliminarEduardo, me gusta la idea... pero el pobre...
Edu, lo tuyo es envidia cochina de mi vena artística.
Babilonio, y algunos consigo mismo ya tienen bastante...
Novi, que alegría verte otra vez por aquí... No se, querida, en nuestra vida hay gente de va y viene, y los que están para siempre aunque no sea de manera física...
Cosecha, la soledad debe ser algo muy duro...
Jesús, es que creo que ella es un poco... digamos "cabrona" :-)
Enrique, ella no sé, pero yo el paint no pienso dejarlo, pero es que en este caso la musa me abandonó del todo... Me dejó más tirada...
Paco, también me gusta ese final para él...
Muchos besos y muchas gracias a todos.
Y fue entonces, tras sufrir el abandono, cuando conoció a Soledad. Una chica muy modosita, ella, muy independiente, pero muy dejada también en lo que a las labores de la casa se refiere.
ResponderEliminar:-)
Eso sí que es tener un mal despertar. De todos modos, ella parece algo víborilla, al preparar así y tan suavemente el abandono
ResponderEliminarFood, tan dejada tan dejada, que las sábanas empezaron a oler rarito...
ResponderEliminarMiguel, esa es una suavetona de esas con las que hay que tener cuidado...
Gracias, besos.