28 de julio de 2009

La extraña.


Llevaba un rato intentado salir de allí pero había llegado el momento de reconocer que se había perdido. Genial, era genial, perdido en un bosque. Un bosque oscuro y húmedo, empezaba a tener problemas para respirar y el agobio que le invadía tampoco ayudaba mucho a llenar sus pulmones. No tenía idea de cómo había llegado hasta allí. Sólo sabía que tenía un tremendo dolor de cabeza y un espectacular chichón en la frente, o al menos así le había parecido al tacto. Lo último que recordaba antes de despertar bajo aquel enorme árbol era una comida con una interesante mujer. Se la habían presentado un par de días antes, era simpática, inteligente, divertida y sí, sobre todo tenía un tremendo atractivo sexual. Estaba seguro que terminaría la tarde metido entre sus piernas, de hecho esa imagen se había apoderado de su pensamiento desde la hora del aperitivo y estaba convencido de que ella también lo sabía. No es que derrochara seguridad en sí mismo, pero hubiera apostado su vida a que antes de que anocheciera conocería el sabor de sus labios y el tacto de su piel.

Anochecía y su situación era muy distinta a la que había imaginado, se frotó la cara con las manos... algo le llamó la atención, ¡su barba! Era una barba de al menos tres días. ¿Cómo podía ser eso? Se sentía débil y tenía un hambre atroz, pero no podía haber pasado tanto tiempo durmiendo, ¿cuánto llevaba en aquel bosque? Gritó, gritó y gritó hasta caer exhausto y sin aire. Aparte de sus gritos no se oía nada más, absolutamente nada. ¿Dónde coño estaba? ¿Cómo había llegado hasta allí?, comenzó a llorar. Lloró hasta quedarse dormido de puro agotamiento. Se despertaba, volvía a gritar. Gritaba hasta quedar sin fuerzas, pero ningún sonido era devuelto, el silencio absoluto, ni un rayo de sol iluminaba aquel terrible lugar donde la penumbra era siempre la misma. Intentaba salir de allí, pero el tiempo pasaba, no sabía cuantos días habían pasado, su barba seguía creciendo, había intentado comer aquellas enormes hojas verdes, pero no era capaz de tragar.

Cada vez dormía más, su cansancio era extremo, apenas podía andar. Era consciente de que cualquiera de aquellas siestas podía ser la última, y en todas se dormía en brazos de aquella mujer. A veces creía verla observándole entres los árboles. Se preguntaba si ella sería la causa del que iba a ser su extraño final.

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16 comentarios:

  1. Era un sueño ? era realidad? que poco le quedaba ya para averiguar lo que le pasó en realidad.

    Besoss.

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  2. No me suelen pasar estas cosas, pero lo cierto es que entre el morbo y el miedo, no se como logra pegar ojo el prota.
    ;-)
    Escribes muy bien. Has hecho bien olvidándote por un tiempecito de las mates.

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  3. Y lo a gusto que se levanta uno después de un sueño agradable :) La verdad es que sí dan ganas de volverse a dormir, aunque sepas que no es real.

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  4. agobiente, triste, duro, te dejan en ascuas!!!!besos!

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  5. Carlota, quizá despertó, o quizá no...

    Food, las mates tienen su punto, no te creas :-)

    Edu, se la tira, se la tira... ¿o no?

    Paco, pero se disfrutan, al final son parte de la vida.:-)

    Moderato, dura debe ser esa soledad. :-)

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  6. Espero que esto tenga desenlace o si no, ya puedes ir ahorrando para comprarme unas uñas nuevas :P
    Un beso, merceditas (K)

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  7. En vez de profesora de matemáticas deberías de serlo de literatura...

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  8. Novi, ya está terminado...

    Enrique, pobres niños...

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  9. Vaya! Que interesante está este relato!! Y con lo que me gustan a mí estas historias de terror o suspense porque, tiene toda la pinta de ser una especie de relato de los del estilo de Stephen King :)
    Imagino que es de tu propia cosecha, por lo tanto, espero mañana seguir leyendo como acaba.

    Y sí, ya he enchudado el abanico porque estoy de vuelta en Murcia.
    El viaje ha durado poquito pero en agosto me iré otra semana de vacaciones así que nos conformaremos con eso.

    Un beso.

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  10. El sueño del corazón, a veces, también produce monstruos... ;-)

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  11. Pues me debes unas uñas, lo sepas :P

    Un beso y feliz jueves

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  12. llvllurciana, la verdad es que está acabado ya, me gustan estos finales, que sí que no. Mis vacaciones de este año también se han quedado en casi nada, a ver si arañamos días para la última semana de agosto. :-)

    Eduardo, a veces, incluso peores :-)

    Novi, manicura francesa, rojo pasión, rosa chicle???

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  13. Manicura francesa... la duda ofende :P:P

    Un besito

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  14. Que mal esta historia, no saber donde estas?? creo que en algun momento todos hemos pasado o hemos tenido un sueño parecido, y es horroroso, sentirte perdido, solo, sin luz...

    Me ha gustado, no hay final, tus historietas son así, cada uno se busca su final feliz o no, todo depende del color con que lo mires.

    Un abrazo

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  15. Me gusta hacer estos finales sí ;-)

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Pues vosotros diréis...