Ayer oí en un telediario en la dos y a las tantas, una noticia que me hizo sonreír. La noticia se refería a Luis Soriano, un maestro de escuela colombiano. ¿Y qué hace este hombre digno de estar en un telediario? Pues le acerca los libros a gentes que de otra manera, podrían pasar su vida entera sin tener uno entre sus manos. Lo hace intentando que los niños de estas zonas tengan una oportunidad para aprender a leer y que ello les sirva para salir de la pobreza o apartarles de la guerrilla y la violencia entre la que se desarrolla su vida. Luis pudo salir de aquella zona, sus padres lo enviaron a vivir con su abuela, gracias a lo cual pudo estudiar. A los 16 volvió y montó una pequeña escuela para enseñar a leer a los niños del pueblo.
Luis Soriano, los fines de semana, coge sus dos burros (sí, nada de bibliobus), los carga de libros y realiza un incómodo viaje por zonas pantanosas hasta esos pueblos perdidos dónde no llega nada.
Aquí, la historia completa y mejor contada.
Reconozco que ver en la televisión las imágenes de este hombre rodeado de no sólo niños, sino también adultos y ancianos, leyendo historias, mostrando fotografías de otros mundos, o simplemente enseñando palabras (entre sus libros lleva un diccionario de la RAE), hizo que se me saltaran las lágrimas. (Sí, me estoy volviendo una blanda)
Hasta la próxima, o no.
Luis Soriano, los fines de semana, coge sus dos burros (sí, nada de bibliobus), los carga de libros y realiza un incómodo viaje por zonas pantanosas hasta esos pueblos perdidos dónde no llega nada.
Aquí, la historia completa y mejor contada.
Reconozco que ver en la televisión las imágenes de este hombre rodeado de no sólo niños, sino también adultos y ancianos, leyendo historias, mostrando fotografías de otros mundos, o simplemente enseñando palabras (entre sus libros lleva un diccionario de la RAE), hizo que se me saltaran las lágrimas. (Sí, me estoy volviendo una blanda)
Tan fácil que les sería a los gobiernos hacer eso ... Siempre es alguien con pocos recursos y menos ayudas , a quien se les ocurren las buenas ideas.
ResponderEliminarUn beso Merce.
Carlota.
Utilizando el tópico: esta notícia te reconforta con el género humano. Pero es que es verdad. Lástima que no haya más como él.
ResponderEliminarEspero que sean de bolsillo.
ResponderEliminarTe voy a permitir qu ete hagas una blanda porque a mi estas cosas tambien me ponen blandita... besitos varios.
ResponderEliminarEstas pequeñas cosas son las que mueven el mundo... y las que nos enternecen...
ResponderEliminarUn beso.
Lo mejor el nombre de los burros: Alfa y Beto :)
ResponderEliminarEstas iniciativas suelen surgir en estos países porque los gobiernos no hacen nada de nada. En los países "avanzados" siempre esperamos que se encargue alguien de todo. Y cuando nos entra la vena ONG, todo el mundo quiere irse a la Indía, África Negra, o alguna aldea sudamericana, cuando si de verdad se quiere ayudar tan sólo hay que salir a la calle y encuentras montones de personas que lo necesitan.
Besos
Una historia digna de ser contada. De las que no suelen salir en las noticias, pero que le da mil vueltas a la mitad de las que si salen...
ResponderEliminarCarpe Diem
No escuche esa historia en el telenoticias, gracias por compartir una buena noticia con nosotros.
ResponderEliminarHasta la próxima. Besitos
Bueno, a mí este tipo de historias primero me emocionan. Pero, en cuestión de segundos, me empiezan a producir mucha irritación. Porque montar una biblioteca en una escuela o centro público no cuesta nada de dinero para las multinacionales europeas o americanas que están allí mismo explotando los recursos. En fin, toda mi admiración por Luis Soriano.
ResponderEliminarBesos!
Si aquí hubiesen biblioburros, tendríamos a varios concejales detrás llevándose las oportunas comisiones...
ResponderEliminarCarlota, eso sí reuniones de g-20, alianza de civilizaciones y chorradas de esas de todos los colores, para que los mandamases se hagan muchas fotos, y estupendas comidas de trabajo.
ResponderEliminarCorpi, así es, esto nos demuestra que todavía hay gente buena
Cris, pues la verdad es que lleva algunos libros enormes
Eria, mientras sean este tipo de cosas ;-9
Borraeso, los pequeños detalles que hacen que el mundo merezca la pena
Paco, cierto, parece que uno es como más solidario si se va a un montón de km de su casa que si hecha una mano entre la gente que está a unos metros y que también tiene hambre...
Cosecha, es gente digna de que se la conozca, desde luego..
Vicky, disfruta de estos días y de tu Miguelillo...
NoSur, pues no claro que no les cuesta nada, pero y pregunto, acaso no les favorece a esas empresas, que esa gente viva en la ignorancia???
Enrique, lo tuyo es fe en el sistema, ¿no?
Historias como esta hacen que, aunque sea sólo por un rato, te reconcilies con el ser humano ;-)
ResponderEliminarA ratos sólo, pero algo es algo :-)
ResponderEliminar¿Burros y libros?
ResponderEliminarEste es un cóctel que nunca he probado. Creo que lo segundo le rebaja mucho la fuerza a lo primero.
Besos
Food, si el resultado es bueno cualquier mezcla vale. Besos
ResponderEliminarLeí esto en la casa de Stormy hace tiempo... Me parece estupenda la idea, la verdad.
ResponderEliminarUn beso, Merceditas