23 de septiembre de 2008

Detrás de ti...


Tenía la absurda sensación de que la seguían. Probablemente era una bobada, pero era tan real. Había hecho algunas pruebas, como en las pelis. Había acelerado, había bajado rápidamente el ritmo, se había parado en un escaparate, se había agachado a abrocharse los cordones de los zapatos. Se estaba agobiando de verdad, al principio se reía de ella misma, pero hacía unos minutos que la cosa había dejado de tener gracia. Ante si, una larga y solitaria avenida, las tiendas habían cerrado, y no recordaba ningún bar ni cafetería en varias manzanas.

No podía llamar a Pedro para que fuera a por ella, no por esta tontería, estaba hasta arriba de trabajo, no podía hecerle perder el tiempo de esa manera, luego se sentiría excesivamente estúpida, otra vez, y él volvería a ser condescendiente, no, definitivamente no. Llamar a un taxi era otra opción, pero los taxis a veces podían tardar muchos minutos en llegar, y eso era lo más probable en una gélida noche como aquella, y no le parecía lo más inteligente quedarse parada en medio de ningún sitio esperando.

Cuando ya el miedo había empezado a convertirse en pánico, vio a lo lejos lo que creyó un coche de policía, sí, estaba salvada, quizá la tomarían por tonta, o por loca, pero le daba igual, fue hacía ellos. -Dios- el corazón volvió a su ritmo normal... Los policías fueron amables. Uno de ello la acompaño hasta casa, la dejó en la misma puerta y no se fue hasta que oyó las dos vueltas de la llave y la cadena cerrándose.

Por fin se sintió tranquila y segura. Se daría una ducha, y se arrebujaría en el sofá hasta quedarse dormida. Música suave, no tenía ganas de nada más.

Música suave, de dónde venía esa música. De su salón, ella no la había puesto, aún no había entrado allí, era su cd favorito. Un sudor frío cubrió de repente su cuerpo entero. Lo vio en la penumbra, sentado en su sillón. No parecía peligroso, era atractivo y estaba bien vestido.

-¿Quién eres? ¿qué haces aquí? ¿qué quieres?
-Tranquila, he venido a por ti, te estaba esperando.
-¿A por mi? te vuelvo a preguntar, ¿quién eres y qué quieres?
-Quiero que vengas conmigo, ya sabes quien soy, ¿verdad? Me intuías desde hace un rato...
-No, no... esto es un maldito sueño...
-No, no es un sueño, lo siento. Supongo que no me esperabas tan pronto, ni con esta apariencia. Hace ya mucho que dejé de usar la guadaña...
-Lárgate, vete a buscar a otro...a mí no...
-Sabes, la mayoría vienen solos, en tu caso, es distinto, tengo que venir a por ti, estás en la lista por error...
-Pues entonces déjame, si es un error, déjame...
-Una vez que estás en la lista, no puedes escapar. Lo siento, de hecho ni siquiera deberías haber llegado esta noche a casa. A falta de guión, he tenido que improvisar. Vamos, tienes que venir...ahora...
-No, no te acerques a mí, no, te he dicho que no...
-Ten cuidado...te vas a caer, y te vas a dar un golpe...un mal golpe...

29 comentarios:

  1. Qué bueno!

    Me recuerda al relato Samarkanda de Las Mil y una noches...

    ;-)

    ResponderEliminar
  2. No sé si querría saber de manera tan evidente cuándo, cómo y dónde me van a "alistar"... Pero desde luego, lo que no quiero de ninguna es una muerte coñazo, que me atosigue, que me persiga, que me amargue las horas, los minutos anteriores al reclutamiento...

    Aunque, pensándolo bien... en un tete a tete con ella, igual es posible una negociación... ;)

    Me lo tendría que pensar :D

    Un beso Merce

    ResponderEliminar
  3. Y es que esta escrito, cuando te toque te ha tocado.

    ResponderEliminar
  4. Ese final y esa frase y todo todo lo demás excelente. Pero ese final y la frase me dejó con una sonrisa en los labios...Genial! Me voy contento de leer un buen relato. Saludos!

    ResponderEliminar
  5. Un relato maravilloso. Gracias por el buen ratito. ¡Ah! Hasta hoy no lo había pensado, pero, según como me pille de estropeado, si estoy para seguir disfrutando de la vida, me gustaría poderme sentar con la Muerte y negociar. Si estoy hecho una piltrafa, que llegue en silencio y se me lleve rápido, sin discursitos ni monsergas.

    ResponderEliminar
  6. La foto acojona...
    y el texto también...

    ResponderEliminar
  7. Je, je, buen relato, lástima que sea tan corto, pero en este formato es complicado hacerlos muy largos, la gente puede huir despavorida como de la muerte.
    Enhorabuena, me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  8. Cómo me has engañado con "No parecía peligroso, era atractivo y estaba bien vestido". Vaya velada...

    ResponderEliminar
  9. Es lo bueno de la muerte, que atiende a domicilio :-)

    Me gustado especialmente la primera parte, la puesta en escena y descripciones iniciales.

    Saludos

    ResponderEliminar
  10. A esa foto le falta una sombra alargada jejeje.
    Hablar con la muerte..., me eriza los pelillos. Bonita historia niña, bien contada, de verdad.
    PD.-el del saxo en tres años tocará mejor de lo que yo lo haré en toda mi vida. Han de empezar pronto, de niños. La música sólo es un idioma más. El sentimiento de la música es otro cantar.
    Yo nunca tuve ni lo uno ni lo otro.
    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Eduardo, no conozco el relato, pero me has picado la curiosidad, lo buscaré, me da que me gustará... Gracias

    Novicia, yo creo que sería durilla de pelar...no? Otro beso

    Cris, mejor no saberlo...mucho mejor...

    Moderato, bienvenido y gracias por tus palabras...

    Charolito, eso eso, cuando estemos hechos unas piltrafillas... Gracias

    Enrique, en parte eso pretendía...;-)

    Corpi, no me gusta hacerlos muy largos, por eso reduzco todo lo que puedo. Gracias...

    Bornne, es que con el capuchón y la guadaña, está muy vista...

    Uno, Gracias...:-)

    Contrahecho Gracias a ti también...

    ResponderEliminar
  12. Puf pues yo, hablando mal y pronto, me he cagao de miedo y de verdad ... esto se avisa ... pon yo que se unas calaberas arriba o algo parecido...

    ResponderEliminar
  13. No podías haber elegido mejor la foto para ilustrar el post ¿la tomaste tú? Mira que está desde la perspectiva de.... ;)

    ResponderEliminar
  14. Mariepy, lo siento reina, la próxima vez pongo un aviso...

    Pablo, gracias, besos para ti también...

    Paco, la verdad es que me encantó la foto, sacada de google. Yo con una cámara en la mano, soy un horror...pero lo peor... La perspectiva, es pura casualidad, lo prometo...:-)

    ResponderEliminar
  15. Me ha EN-CAN-TA-DO.
    Ayer andaba leyendo una versión para niños de las Mil y Una Noches que le encargaron a una amiga. Me ha recordado uno de los cuentos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  16. Bastante bueno el final nada predecible y aclarador de como todos alguna vez presentimos la llegada...

    ResponderEliminar
  17. Breuil, gracias. Eduardo, también me ha dicho lo de las mil y una noches, Samarkanda, lo buscaré...me habéis picado la curiosidad...

    Manu, isshhhh, que se mantenga lejos...


    Estáis todos invitados a una copa (virtual, claro), es mi santo...

    ResponderEliminar
  18. Ey pues Felicidades Merce........por cierto el mapita este que tienes me manda a Ponferrada......

    ResponderEliminar
  19. Pero si el marido es Pedro... la que palma es Heidi, no?
    FELISIDADES SISTER

    PD: La nueva JK Rowling es mi hermana?

    ResponderEliminar
  20. Felicidades, guapa. En Barcelona están todos de fiesta celebrándolo.

    ¡Que lo pases muuuuy bien!

    ResponderEliminar
  21. "Todo hombre llega a conocerte tarde o temprano. Lo difícil es encontrarte".

    La frase es de una peli (mala) en blanco y negro. Pero de pronto aplica aquí. Jamás imaginé a la muerte de varón, bien parecido y seduciendo a su siguiente víctima...

    Excelente vuelta de tuerca al final y excelentes las frases... ahora que... pensándolo bien... eso del tete a tete con la muerte que mencionaban arriba... mmmhhh...

    Nice :D

    Gio.

    ResponderEliminar
  22. A mi que no me de tantas vueltas ni tantas explicaciones... algo rápido, indoloro y que no deje muchos salpicones.

    Me gustó mucho el ambiente que creas al principio... tan agobiante.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  23. SIGUES HACIENDO POR VERNOS
    copyright Jesús Arroyo ©

    Te he visto por tantas guerras,
    por tantos campos te encuentro
    que le dejas a mi alma
    sin empuje, sin aliento.

    Has señalado caminos
    en tantos cuartos siniestros,
    en centros hospitalarios
    en chabolitas de pueblo.

    En países con fronteras
    cuerpos te llevas a cientos.
    No descansas muerte ingrata,
    sigues haciendo por vernos.

    ResponderEliminar
  24. Mariepy, el mapilla a veces anda bastante despistado, sí...

    Edu, En tu linea, cachondeíto...

    Bornne, gracias guapa, tú tendrías fiesta, ¿no?

    Gio, es que lo de la guadaña siempre me ha dado muy mal rollito...:-)

    Landa, de acuerdo contigo, los salpicones son muy desagradables, sobre todo para los que se quedan...

    Jesús, eso es lo jodío, que está en todos sitios...

    ResponderEliminar
  25. No, Merce, que yo estoy en Lleida (hasta hace dos años sí la celebraba porque vivía allí).
    El lunes, sí (aquí celebramos Sant Miquel).

    Buen jueves!

    ResponderEliminar
  26. Genial ambiente!

    ¿sentado en un sillón?
    Darle en eso el mando de la tele, fijo que se entretiene!!!
    :-D

    ResponderEliminar
  27. Muy bien escrito, podía sentir, la angustia y el miedo cuando lo estaba leyendo
    Genial post Merce¡¡¡
    Bs
    N.

    ResponderEliminar
  28. Bornne, pues disfruta el pedazo de puente...

    Luna, joerrrr, es verdad, si le hubiera dado el mando habría ganado mucho tiempo...y si encima era día de partido... ni te cuento...

    Nuria, gracias guapa

    ResponderEliminar

Pues vosotros diréis...