24 de enero de 2008

Una buena discusión


…Alarga la vida, eso sí, la discusión según un gili-estudio de esos que tanto me gustan, tiene que ser con la pareja. Así que ya sabéis si queréis sumarle minutos a vuestra vida lo tenéis fácil, pero fácil, una peleilla de vez en cuando y solucionado.

Dicen que dos no discuten si uno no quiere, por lo que habrá que llegar a un acuerdo con el/la pariente/ta, que uno de los dos no quiere, pues ya está liada.

-venga cariño, vamos a discutir

-pues a mi no me apetece

-pues a mi sí, así que empieza

-no me da la gana, te enteras

-desde luego, lo que te cuesta complacerme, toda la vida igual

-si es que no hay quien te entienda, cada día haces cosas más raras, estoy hasta los mismísimos… (queda claro que en ningún momento de está discusión especifico quien es el o ella, a criterio del lector).

Habéis visto que fácil, ya está liada, es cuestión de buena predisposición. Otra forma de empezar una discusión, si de momento no se encuentra un buen motivo, es la de sacar trapos sucios, esa no falla nunca. –Cariño, te acuerdas hace diez años, aquel día que no quisiste acompañarme a la exposición aquella de fotografía podal-…con esto ya está puesta la primera piedra, lo demás viene solo. Otra de las excusas que no falla nunca, es tirar de familia política, los cuñados/as, suegros/as, pueden dar muchísimo juego, lo dicho, un poquito de predisposición…

Lo voy a dejar aquí, que tengo algo que hacer, voy a escribir una lista de posibles motivos que me sirvan para alargar mi vida…

Hasta la próxima, o no.

Imagen: Maitena

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