7 de septiembre de 2007

Grifos y pañales

Estupefacta me he quedado esta mañana al leer en 20minutos , que la federación de empresarios de La Rioja, ha puesto en marcha dos cursos, uno para que los hombres aprendan cosas como poner pañales o que dar de comer a un niño, y otro para que las mujeres aprendan bricolaje casero. Pues vale, me parece una chorrada supina, o mejor una gilipollez de las gordas. A mi nadie me enseño a poner pañales, y no creo que las mujeres tengamos un gen especial con las instrucciones sobre como limpiar un pis, preparar una bañera o hacer una papilla, eso son cosas que se aprenden sobre la marcha, para conducir un carricoche no hace falta ningún carnet. Recuerdo el día que salía de la clínica con mi primer hijo en brazos, asustada por la que se me venía encima y nos dijo el pediatra a mi marido y a mi, que estaba tan acojonado como yo, "animo, que estó esta chupao". No diría yo tanto, pero hacer cursos para aprender estos menesteres, me parece excesivo, eso no es tan difícil, lo complicado llega después, cuanto más mayores peor, eso de "educar" es lo jodido, y para eso nadie tiene la receta perfecta, ni hombres ni mujeres, ni psicólogos ni pedagogos, educar sobre el papel es muy fácil.

Un curso de bricolaje casero tiene un poco más de sentido, creo que tampoco los hombres llevan asociado el gen con las instrucciones de reparaciones varias, pues anda que no hay hombres incapaces en estas historias, que me lo digan a mi. Reconozco que soy incapaz de hacer un agujero, pero no por nada, es que, al berbiquí le tengo un miedo irracional, en cambio desmontar grifos o similares es algo que me encanta, y no digamos si lo que hay que desmontar es una televisión, un video o una radio, eso me pirra, y me pongo de contenta si soy capaz de cerrar el aparatito sin que me sobre ninguna pieza.

Si estas son las iniciativas con las que se intenta acabar con la discriminación, apañadas vamos, lo tenemos crudo crudo. Es un problema de mentalización, los hombres tienen que saber que los hijos y la casa son cosas de dos, y muchas veces la culpa de que no lo tengan claro es nuestra, de las mujeres, conozco muchas que por iniciativa propia se echan sobre sus espaldas la educación, alimentación e higiene de sus hijos, esas que todavía siguen agarradas al "se lo voy a decir a tu padre" como la única responsabilidad masculina para con los hijos. Es que estas cosas me ponen de los nervios.

Hasta la próxima, o no.

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