18 de junio de 2007

Pasen, pasen y coman...

Lo que yo suponía que iba a ser un fin de semana relajante y desestresante se convirtió en todo lo contrario, una de las principales causas, los niños, esos locos bajitos que decía la canción. Hay muchos niños, muchísimos, no me creo yo esto de que la población envejece por falta de niños, y no hay nada que agobie y estrese más que “cienes y cienes” de niños gritando, salpicando y revoloteando cual animales salvajes alrededor de lo que prometía ser una relajada mañana de piscina en una estupenda tumbona.


Otra causa del estrés que me acompaño a casa, fue las comidas, en este tipo de hoteles funciona el buffet libre, la comida no era mala, era lo peor, casi todo incomestible. A pesar de la mala calidad de la comida, la gente se pone ciega a comer en este tipo de sitios, no se realmente las causas, a lo mejor es que teniendo planeado el fin de semana, deciden no comer durante los dos o tres días anteriores del fin de semana, o quizá sea porque sabiendo que ya está todo pagado, pues hay que amortizar, o simplemente se trata de un instinto primario ante tal exposición de alimentos varios.


Durante la semana, la mayoría tenemos suficiente con un café y un chorrito de leche, o como es mi caso con un cola-cao bien cargado y con eso se aguanta hasta las once de la mañana, hora en que los bares de alrededor de los trabajos no paran de servir tostadas y cafés. Pero los desayunos en los buffet son pantagruélicos, de primero huevos revueltos (con huevo de tetrabrik), acompañado de tocino a la plancha y salchichas, para seguir con café y bollería, y terminar con fruta y claro, que eso lo hagan los guiris que aguantan con un piscolabis hasta las siete de la tarde en que se comen la paella, pues tiene su explicación, pero que eso lo hagamos los españolitos que a la una estamos con el aperitivo y a las dos y media volvemos a sentarnos a comer, pues parece excesivo.


Lo de sentarse a comer en este tipo de sitios es un decir, porque levantarse a rellenar el plato dieciocho veces es, repito, estresante, yo que soy de buen comer y lo que me gusta es sentarme tranquilamente, comer sin prisas y terminar con una buena sobremesa de café y cigarrito, esto de ver un comedor repleto de gente deambulando plato en mano levantándose una y otra vez a rellenar platos y platos sin sentido, me agota. Y niños, muchos niños llenando los platos de marranerías varias, mucha patata y poca chicha, nada de lo que se supone que debe ser una comida sana y equilibrada.


Y ahora en serio, resulta casi inmoral, la cantidad de comida que se tira en estos sitios, debería darnos vergüenza, que sentido tiene llenar platos con cantidades que sabemos que no vamos a ser capaces de ingerir. Toneladas de comida que terminan en un cubo de basura. Es realmente lamentable ver retirar platos llenos. Y es que el mundo es así de injusto, unos tiran lo que otros no tienen.


Hasta la próxima, o no.

9 comentarios:

  1. Yo, la verdad, soy de desayunos copiosos. Y más los fines de semana. Para que te hagas una idea: mi desayuno de fin de semana es con mantel, tiene sobremesa y, algunas veces, hasta botella de Rioja.
    Entre semana no tanto... pero no voy de vacio.
    Sin embargo, en los buffets libres estos, como menos. Quizás por ver tanta comida...
    Saludos.

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  2. Cierto, está demostrado que en los buffets la gente se lanza a comer con verdadera ansia, como si se acabara el mundo...
    Hoy he comido en un wok de buffet libre y la gente repetía y rerepetía, hasta caer cianóticos casi...
    :-)
    Aguda visión de las cosas, merce.

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  3. Estaría bien hacer un estudio sociológico de porqué la gente se lanza de forma tan compulsiva a comer en los buffets.´Sí, son muy estresantes, sobre todo si el hotel está a reventar y las cosas ricas están contadas...A mi me gusta desayunar bien pero con algo de tranquilidad, aunque no mucha y en algunos de estos lugares parece que nos vamos a matar por un trozo de pastel.

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  4. 1º El mundo no se acaba seguro. Vayas donde vayas hay niños ¡puf!
    2º Yo desayuno muy bien, es casi mi comida preferida, bueno casi todas lo son.
    3º Si yo fuera camarera de un sitio de estos, cuando alguien se echara comida para luego no probarla, le metia la cabeza en el plato hasta que no quedara nada. Me parece de gente... prefiero no decirlo, pero pensaran: como lo he pagado pues hago lo que quiero.

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  5. Landahlauts tu sique sabes cuidarte!!!!
    Pues amí me encanta desayunar de hotel... buena fruta, algo salado y luego algo dulce. Es m sueño que alguien me haga desayunos de esa guisa en casa.

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  6. Landahlauts, eso son desayunos y ¿luego comes normal?...

    Enrique, es así, no logro entenderlo pero es así, a mi me pasa lo contrario, yo que soy de comer, digamos bien...en este tipo de sitios como mucho menos, me agobio.

    Lola, te puedo asegurar que este fin de semana yo he visto a gente hecha y derecha, "hacer codos" en las filas por pillar...

    Cris, si algún día te veo de camarera me cuidaré muy mucho de entrar al restaurante en cuestión

    Brigate, desayunando así ¿quién va luego a trabajar?

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  7. Ahhh... yo esque vengo de familia Holandesa, alí los desayunos son de aupa. Yo voy mejor a trabajar despues de un buen desayuno leyendo la prensa del día.

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  8. Sí.
    Aunque el resto del día no soy de comer mucho. Y la cena, apenas nada.

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  9. el hombre es realmente un animal desconcertante.

    "Reventar antes de que sobre", Me lo enseñó mi padrino, ¿a que si Cristi?

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Pues vosotros diréis...