28 de mayo de 2007

El oscuro mundo del juguete


Hay que ver lo que han cambiado los juguetes, recuerdo aquellas Nancys de brazos tiesos, imposibles de vestir, cuando ya le habías cambiado el traje tres veces, te dolían hasta los dedos de intentar meter ese brazo rechonchito en esa manguita mal cosida, a veces era mejor desbrazar a la muñeca que hacer inútiles esfuerzos. Las muñecas de hoy en día son modelos de alta costura, muñecas de largas piernas y tetas siliconadas y ojos perfectamente maquillados, nuestras Nancys eran bastante rechonchitas, de gruesos brazos y gorditas piernas, prácticamente destetadas y de mirada inocente.

Recuerdo también los Geyperman de mis hermanos, soldados, exploradores, ahora se llaman Action-man, están más cachas y utilizan tecnología punta. Móviles de última generación, fantásticos PC portátiles, y potentes armas.

Para el niño montador, lo mejor es un juguete Lego , cuantas más piezas mejor, cuanto más pequeñas mucho mejor. Son juguetes entretenidos y que además no permiten que se acumulen pelusones bajo el sofá, ya que hay que estar continuamente moviéndolo para rescatar las pequeñas pero imprescindibles piececitas, que se suelen esconder en los más recónditos rincones. Yo colaboro mucho con el mantenimiento de la factoría Lego, merezco un juguete con mi nombre.

Mención aparte los juguetes de alta tecnología, la play, la game, la wii (o como se diga), los juegos de pc, juegos adictivos para los niños, y he de reconocer que también para alguna madre.

Y por fin los “juguetes para joder” (no son esos que os imagináis) son juguetes que se regalan (porque esos no se compran para los propios vástagos) con la noble intención de hacer feliz al niño, y la innoble intención de joder a los padres. Suelen llegar en manos de algún pariente o parienta político, de esos que tanto te “aprecian”. Aparecen en casa con una caja muy grande, a la criatura se le iluminan los ojos, porque a los niños le encantan las cajas enormes, los abren con ansiedad, y ahí esta, lo sabías, es un regalo para joder.

-Mamá, mamá, porfa, puedo montarlo ya.
-Claro cariño-contestas mientras intentas disimular un nerviosismo irracional.
–Pero no vengas hasta que yo te llame, que es una sorpresa.
Durante algo más de una hora, al niño no se le oye respirar.

-Mamá, mamá, ven, mira que chulada.

Y ahí está, es enorme, gigantesco, una auténtica jodida de juguete. Y llega la pregunta del millón ¿Dónde lo pongo? Da igual, el juguete ocupa algo más de un tercio de la habitación, o bien bloqueas la puerta del armario, o bien renuncias a volver a hacer la cama para los restos. En ese instante en tu cabeza se va fraguando una única idea, la venganza, una venganza fría y terrible que llegará unos meses después.

Por fin, el ansiado momento ha llegado, hay fiesta de cumple. Vas a la juguetería, recorres los largos pasillos con la mirada de un experto cazador. Y lo ves, ahí está, el juguete perfecto, acaricias la caja, miras el precio (da igual, en estos casos el precio es lo de menos). Te lo envuelven cuidadosamente, lo pagas, y te presentas en la fiesta.

-Cariñoooo, tu regalo. Disfrutas con la ceremonia de la rotura del papel , los padres palidecen, ves una gota de sudor recorre sus frentes y entonces tienes la certeza, has triunfado.

-¡¡¡¡¡ES UNA BATERÍA !!!!!. Y tiene platillos, y un mazo para el bombo. Me encanta- sientes el tierno abrazo del infante. No hay como hacer feliz a un niño. Esbozas la más cínica de tus sonrisas, y miras a los padres.
-Sabía que le gustaría. Telepáticamente intentas que les llegue un mensaje:

-¿A qué jode?, ¿A qué jode mucho?...

Hasta la próxima, o no.

Imagen: Batmovil de lego, 1045 piezas

11 comentarios:

  1. Hoy día nuestros hijos tienen tantos juguetes, de todo tipo, que las habitaciones más que salas de juegos parecen museos. Y lo peor es que la sorpresa inicial a los pocos minutos deriva en hastío. Por eso, cuando veo a esos niños africanos, descalzos, tirando de una lata atada a un trozo de cuerda, me dan ganas de... en fin, no sé. Ya te imaginas.

    Un abrazo, guapa :)

    ResponderEliminar
  2. Así que los "regalos para joder" no son una paranoia mía???
    Me quitas un peso de encima. A mi me han hecho muchos de esos (en especial cierta persona)... ahora que se confirman mis sospechas... comenzaré a pensar en mi venganza...

    ResponderEliminar
  3. Recuerdo con feliz nostalgia los juguetes de mi infancia.
    Los geyperman, los madelman, los bigjim, los clic de famobil, los soldaditos de plástico que venian en sobres y que iba a comprar a la panaderia...
    Y como había que jugar y poco dinero, simplemente con la imaginación bastaba. Me acuerdo perfectamente como jugaba a ser submarinista, simplemente con un cinturón y un cojín a modo de botella de oxígeno y mi casa era el océano.
    Imaginación y fantasia que siguen intactas, epro orientadas a otros juegos...
    ;-)
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Mari Carmen, tienes razón es triste y lo peor es que no solo cuando hablamos de cosas que no son necesarias, esos niños tampoco tienen para comer...

    Landahlauts, paranoia, para nada, hay verdaderos profesionales del tema, te lo puedo asegurar.

    Enrique, creo, y no me hace falta mucha imaginación, que se a que juegos te refieres...si creo que si...no te imagino "a tu edad" con el cojín atado a la espalda y tirado en el suelo...o si...

    ResponderEliminar
  5. Odio las cocinitas de mis hermanas!!! Se tiran años y años ahí, dando porculo: se caen las cacerolas, las sartenes, los tomates... y encima el armatoste no lo puedes mover nunca cuando estorba porque se les vuelven a caer los enseres de plástico

    ResponderEliminar
  6. Anda no te quejes de tus hermanas, que vives como un rey....

    ResponderEliminar
  7. Yo nunca tuve Geypermen. Más información en http://casadomania.blogia.com/2006/121201-mis-juguetes.php

    ResponderEliminar
  8. yo tengo 28 años y sigo comprando lego.. de hecho si quereis os invito a mi casa a ver la coleccion

    javi
    http://controlaltsuprimir.blogia.com

    ResponderEliminar
  9. Muy bueno, desde luego...a mi niño le regalaron una batería pero eléctrica...una especie de tam-tam con botones..Menos mal que al primero que no le hizo gracia fue a mi niño, que es un chaval muy sensible y con gran gusto musical para su edad, je,je...

    ResponderEliminar
  10. merce, muy bueno!!
    ;-)
    besos

    ResponderEliminar
  11. Edu, tu no tendrías Geyperman, pero mi otro hermano si, que también es el tuyo...

    Javi, a mi hijo le encantan los juguetes Lego, también tiene una buena colección, ¿conoces los bionicles?, de esos hay unos cuantos. Y el coche de la foto es la gran estrella Lego en mi casa.

    Lola, me alegro de que a tu hijo no le gustará la batería, ese tipo de juguetes están en los primeros puestos de mi lista, cuando tengo que hacer algún regalo venganza.

    ResponderEliminar

Pues vosotros diréis...