Pero inexplicablemente es una ciudad donde hay muchos niños que pasean en burbujas, y me refiero, como no, a los niños que van en su silleta con sus plásticos bien cerraditos para que no se cuele ni una miaja de aire. Además son niños que van super-abrigados, con sus gorros, sus bufandas, sus guantes y sus abrigos, sin apenas poder moverse, parecen las criaturas robots de películas antiguas, con los brazos tiesos en plan Mazinger Z.
Esos plásticos, son para la lluvia, y en caso de fuertes vientos. Podría entender haciendo un esfuerzo considerable, que mamás con un exceso de celo, coloquen el plástico a sus retoños a las ocho de la mañana, aunque la temperatura que tenemos a esa hora no baja de los 8 grados, con un poquito de menos esfuerzo podría comprender que se lo pongan a eso de las ocho o nueve de la noche, por aquello del “relente”, pero lo que no puedo y me niego a comprender es que se les ponga a las criaturitas el plástico a mediodía cuando el sol está en todo lo alto y pega, porque en Murcia el sol pega también en invierno.
Si hace sol, la temperatura que esos pequeños pueden alcanzar dentro de su burbujita puede llegar a ser muy superior a los 25 grados, porque el interior se convierte en un invernadero, además de que por supuesto, los niños siguen yendo debidamente abrigados de gorro, guantes, bufanda y abrigo. Y digo yo que eso no puede ser bueno.
Esas criaturas deben ir cocidas en su propio jugo, eso si, es habitual ver a los progenitores con el abrigo colgado en la silleta, o al hombro. Entonces me dan ganas de decirles, ¡que se os va a cocer el niño!, pero claro podrían decirme y con razón, que me meta en mis asuntos, y más cuando de niños hablamos.
¿Qué haría yo?, pues sentar a esos papás y mamás, en una silla, colocarles el plástico en cuestión y sentarlos a pleno sol, digo yo que así se darían cuenta de que los niños puede ser que tengan calor.
Hasta la próxima, o no.
Es verdad. EL otro día Buenafuente hizo un monólogo sobre eso, cuando los padres sueltan a un niño en un cumple y no les quitan el abrigo, ni el gorro, ni los guantes, y los niños cociditos se tiran tres horas jugando y sudando. Qué harían si vivieran en Laponia??
ResponderEliminarLo que no me puedo 'de' creer es quién se está quejando de que se abriga mucho a los críos...
ResponderEliminarYo soy muy friolera, y como YO lo soy, no abrigo a mis hijos como si ellos lo fueran tanto.
ResponderEliminarDe todas maneras una cosa es abrigar lo necesario y otra cosa es lo que he comentado.
¿tu no has visto por ejemplo en el corte ingles, niños con el abrigo y la bufanda puestas? Eso es hiperabrigar.
Pues si, deberian hacer una campaña en la tele o algo, para decir lo de los plasticos. La verdad, es que no puede ser bueno.
ResponderEliminarPor cierto, bonita foto.
ResponderEliminarMe parto, Merce. Yo también abobino de la sobreproteccion de algunos papis a sus hijos...que consiguen el efecto contrario y convertir a los bebitos en unos niñatos insufribles. Me considero algo mamá a la judeo-italiana..En ocasiones también sobreprotego..pero odio la burbuja. Y los niños también
ResponderEliminarCriaturitas, como les va a gustar, que agobio.
ResponderEliminarEs genial la idea de colocar a los padres en el papel de los pobres crios... jajajjaa de momento,y mientras no viváis en León,dejadles experimentar, lo de la burbuja creí que ya había pasado de moda...besos
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